EL FOLCLORE Soria y El Tarragonés, tradiciones afines |
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En este tablero de culturas que es España, o los distintos estados de este país, o como queramos llamar a la península ibérica con sus islas, resulta emocionante constatar cómo han influido unas y otras costumbres y ritos, haciendo que se conserven las autóctonas, mezclándose en ocasiones con las foráneas, formando un interesante entramado donde etnólogos y curiosos pueden investigar, desbrozar y lanzar hipótesis, a veces hasta disparatadas, y otras quedarse en el simple enunciado o divulgación para que se pueda seguir investigando en el camino abierto. Las pasadas Navidades, tras unos largos meses de quietud obligada, decidimos madre, hijos y Sergio-nieto practicar un ojeo cultural-turístico por la comarca del Tarragonés, donde reside parte de la familia. Y allí, tras una ardua labor de desbrozo llevada a cabo mentalmente desde la arena de la playa hasta el núcleo urbano sobre el otero, descubrimos una deliciosa comarca. Fue duro, pues se hizo necesario eliminar edificios en primera línea de playa, vía férrea, edificios en segunda línea de playa, carretera y autopista, urbanizaciones en tercera línea y, por fin, allá arriba, Creixell, o Altafulla, o Tamarit, o Torredembarra, o Roda de Bará, o la Pobla de Montornés. Poblaciones todas ellas ya con poca tierra para dedicar al cultivo mediterráneo, pues buena parte de ella ha sido utilizada para esas "segundas, primeras y terceras líneas de playa", aunque todavía, en lugares más alejados de la vorágine turística, crecen por allí olivos que dan aceite del mejor, avellanos y almendros con los que poder elaborar el romesco y viña para conseguir el vino denominación Penedés, Tarragonés o el mismísimo Vino de Misa, de Terra Alta. Incluso en algunos lugares, como Roda de Bará, pervive una buena zona de huertos donde se cultiva la escarola para el xató y habas para cocinarlas a la catalana. Todos esos pueblos de la franja costera del Tarragonés conservan entero como Tamarit o Altafulla- o en parte sus castillos, torres de defensa y restos de murallas de cuando tenían que luchar contra los moros o los piratas; sus pasadizos intrincados e intercomunicados para, a la voz de "moros en la costa", como nos contaría Amadeu, perderse por ellos. Mientras en Castilla se creaban líneas defensivas con los ríos como limes, allí era el mar por donde llegaba el peligro y frente a él, desde los castillos, esperaban los alcabuceros para reventarles la nave a los moros. Ya en este siglo, y por los mismos túneles, se perdería el contrabando llegado muchas veces desde Mallorca "las barcas del March"-, después banquero y primera "cartera" de España. Desde Torredembarra saldrían barcos con vino del Tarragonés para Cuba y regresarían con ron para Cataluña, creciendo así una industria tonelera que ha llegado hasta hace pocos años. Ese afán conservador de la cultura, las costumbres y la historia que admirablemente muestran los catalanes, se vio reflejado en nuestra conversación con el señor Amadeu Vila, el peluquero de Torredembarra, nacido, como su esposa Montserrat, en la Pobla de Montornés. Él mismo es un ejemplo de ese conservadurismo nada que ver con ninguna corriente política- pues tanto su nombre como su profesión se ha transmitido a su nieto, pasando previamente por su hijo. La charla con el señor Amadeu y el almuerzo en una casita de Altafulla, propiedad del señor Jaume nos dio argumentos para el presente trabajo. Desde hace años se reúnen para almorzar un grupo de amigos de todas las edades y procedencias, a las nueve de la mañana de los sábados, a base de contundentes productos de la tierra, vino de la comarca, orujo gallego y bizcocho hecho cada sábado para la ocasión. Ni un solo sábado fallan los almuerzos de Altafulla. El Rescate de las Cien Doncellas
La leyenda, de la que se asegura nacida en Bagá (Barcelona), capital de la baronía de Pinós, fue difundida por Pere Tomic, por la escuela histórica de Santes Creus y por la devoción popular a San Esteban. Tal y como ha sido difundida y como es representada, esta leyenda, concretamente, puede decirse que nació en Bagá, pero esta leyenda y todas las que, con unos u otros ingredientes y con distintas variantes, tratan de rehenes en forma de doncellas para los gineceos de la morisma, forman parte del acervo legendario de este país, inmerso en la lucha entre cristianos y musulmanes durante la friolera de siete siglos. Todas ellas se fundamentan en un elemento de origen pagano, el rescate; y un milagro, la intervención de un santo o la virgen para excarcelar al preso y evitar con ello que las doncellas llegaran a incrementar los harenes de los musulmanes.
Recordemos que en Soria existe un milagro parecido al de San Esteban, en este caso gracias a la intervención de la virgen de la Llana, de Almenar. Nos referimos a El Cautivo de Peroniel, también en poder de la morisma, el cual, fuertemente atado con cadenas, en el interior de un arca, fue transportado hasta Almenar. En el caso soriano el meollo de la leyenda es una historia de amores imposibles entre un criado y la hija del marqués, lo que motiva el alejamiento del muchacho y posterior encarcelamiento y venta a un amo despótico, ruegos a la virgen y transportación. Cada año se celebra romería y se conserva el arca y las cadenas. Las relaciones entre el Rescat de les Cent Donzelles y las Móndidas en San Pedro Manrique y otros lugares de Tierras Altas sorianas, se halla, además de en la tradición popular y legendaria derivada de esos siglos de luchas, en el número de doncellas solicitadas. Mantiene la tradición que en la zona soriana y riojana sí se pagó por un tiempo el tributo de las cien doncellas ofrecido por el rey Mauregato de León (hijo ilegítimo de Alfonso I y de la mora Sinsandra), al moro invasor si le apoyaban en su coronación. Después, Alfonso II el Casto se negaría abiertamente al tributo y la batalla de Clavijo, con aparición del Apóstol Santiago incluida, acabaría con el temible tributo. La base histórica de esta leyenda se encuentra, casi con exclusividad, en que tanto Mauregato como Alfonso II "El Casto", fueron reyes de Asturias, el primero reinó seis años, sucedió a Silo y murió en 789; y el segundo sucedió a Bermudo "El Diácono", reinó alrededor de cuarenta años y murió en el 842.
Los condes de Santa Coloma, entre Tarragona y Soria Decíamos que el apellido Pinós del héroe de la leyenda del rescate se hallaba entre los de los condes de Santa Coloma en un momento concreto de su historia. En Emparentaron los condes, por matrimonio, con nobles sorianos, marqués Velamazán entre otros, y conde de Cifuentes, localidad ahora de Guadalajara, pero de la jurisdicción, durante siglos, de los duques de Medinaceli. Adquirieron propiedades rústicas y urbanas en Ágreda, Morón de Almazán, Medinaceli y Muriel de la Fuente, donde se conservan los restos del palacio-castillo. Pero sobre todo fue, como condesa viuda, propietaria de numerosos edificios en Soria capital, incluso una casa-posada en la plaza de Herradores. Ahora residen en Sevilla. La Virgen gorda, el divino infante y el joc del follet Siguiendo con estas curiosas relaciones entre Soria y la antigua imperial Tarraco y su comarca, encontramos una leyenda dada a conocer por Joan Salvat y Bové, en un libro titulado "La Ciutat y Camp de Tarragona" (1969), "La Verge grossa, el Diví Infant y el Joc del Follet". Viene a decir que en los muros del claustro de la catedral de Tarragona hay una capilla muy antigua de la Verge de la Guía. La imagen es de gruesas proporciones, de escuela bizantina, coronada y sentada, que aguanta con la mano izquierda el Diví Infant sobre sus rodillas. Cuenta la narración popular que el niño a ratos baja de la falda de su madre porque como buen muchacho y buen compañero quiere ir por el corredor del claustro y jugar al follet con los escolares y niños de Tarragona. El juego del follet consiste en dos tableros de damas o de juego ajedrez formado por baldosas pequeñas cuadradas que forman parte del pavimento del claustro. También el follet es un duende, un trasgo, está relacionado con algunos ritos de carácter privado al considerar a esta figura como un espíritu familiar. Acabada la inocente diversión Jesús volvía a los brazos de su madre y se dice que todos los años se le han de cambiar las sandalias por la humedad y por lo gastadas de las correrías por el claustro. En Matanza de Soria, de la comarca de San Esteban de Gormaz, tienen una ermita dedicada a la Virgen de la Guía y existió la costumbre, hasta fechas recientes, de acudir en rogativas, tanto los habitantes de Matanza como los de lo pueblos de alrededor, generalmente en años de sequía, y sacaban la imagen en procesión; si los favores no se conseguían con ella, acudían a la del Ribero, de San Esteban. De esta Ermita de la Virgen de la Guía, a cien metros de la villa, dice textualmente el padre Janáriz: "El rey Ramiro I, persiguiendo al ejército moro, libró batalla y lo derrotó delante de la ermita; en recuerdo, la población próxima que se llamaba La Guía, cambió el nombre por el de Matanza". Otras afinidades: Diablillos, Danzantes, Cuarentenas...
En Soria, concretamente en Ágreda, la víspera del 29 de septiembre, con motivo de la festividad de San Miguel Arcángel, patrón de la villa, queman "Los Diablillos". Se trata de una recreación de la vida de San Miguel, vencedor del demonio; las mujeres agredeñas son las encargadas, cada año, de confeccionar los diablillos (masculino y femenino) que posteriormente serán quemados, una vez que San Miguel haya vencido. Hemos encontrado también, en las Danzas de los Llamosos, un rito muy parecido al del Ball de Diables de la zona del Tarragonés. En el repertorio llevan 21 danzas, de las cuales 14 son de paloteo. En ellas interviene un zarragón, encargado de dirigir, ordenar y entretener al público. Una de las partes de estas danzas que no siempre interpretan- es aquella en la que interviene Lucifer y un ángel. También en Soria, como en Tarragona, el texto de la representación cambia según el momento histórico en que se representen. Por ejemplo las danzas de Los Llamosos llevan en su repertorio una cuyo diálogo, entre el zarragón y el Diablo se desarrolla así: Zarragón: - "Soy capitán general que vengo con mi bandera a pelear con el moro para terminar la guerra. Por mando del rey de España, que por ahora lo es, me he metido en los campos del rey moro Lucifer". Diablo: -"Traidor, con qué amplia libertad te has metido por mis campos". Zarragón: - "Porque son míos". Diablo: -"Yo soy Luzbel. Lucífer, el Diablo, que vengo a por el zarragón y a por los que le están guardando. No permite mi grandeza, ni venera mi poder que yo adore por superior y cabeza y naturaleza del hombre y a lo dicho me mantengo con mis escuadrones. Firmes& Alinearse& -no le escuchan, no le obedecen- Mas de mi no hacéis, os castigaré. Soldados, firmes". Angel: -"Ya están las tropas formadas y entro por medio del cuadro, vengo por mando de Dios a sujetar a este diablo y en tanto mi zarragón me dirá lo que ha pasado. ¿Qué ha pasado, mi zarragón?". Zarragón:- "Que me ha querido matar". Angel: -"Ignoras tú Lucifer que el Señor de los señores es un Dios sabio y justo Creador Omnipotente. Ignoras que te dio el ser sacándote de la nada a ti y a todos tus seguidores. Pues si nada tienes tuyo y de Dios son los favores, cómo soberbio te pones contra la voluntad Divina en tan falsas opiniones". Diablo: -"No quiero manchar mi espada con un triste gusarapo". Angel: -"Calla, infame. Pon un combate conmigo, atrevido". Y mata al Diablo. Si esta representación hace referencia al moro y su invasión, existen otras en el Tarragonés que se refieren al invasor francés y otra de la época franquista, recogida en el Vendrell: "Yo soy el primer diablo Lucifer proclamamos Estas danzas representan la lucha entre el Bien y el Mal, teatro primitivo que podemos ver en los autos sacramentales, y que se representan al final en las figuras del ángel y el demonio. Pueden encontrarse también en la mítica Sierra de la Demanda burgalesa: Belorado, Barbadillo, Santa Cruz de Valle Urbión& En Barbadillo, concretamente, aparece la figura de un cachidiablo, en lugar del zarragón. La diferencia de esta burgalesa con otras, es que esta figura, al recitar versos, pide dinero la gallofa- para celebrar después una fiesta.
Cibeles es la diosa de la Naturaleza y otros estudiosos han coincidido también con Caro en que se trata de danzas rituales agrarias y de fecundidad, interpretando simbólicamente el ciclo vital y encontrando en ellas una simbología referida a cazadores, payeses y ganaderos. Otra versión, tanto en Soria como en Tarragona, encuentra un origen guerrero, tanto en el baile de bastones como en el de espadas, presente en las dos provincias. Siguiendo con las tradiciones encontramos en la También en la toponimia encontramos el pico de Escornalbou, 700 metros de altura, a 23 kms. de Reus, por la carretera de Coll de Teixeta, que atraviesa el pueblo de Riudoms, deja a la izquierda Montbrió de Tarragona para dirigirse a Riudecañas, donde comienza un pintoresco paisaje montañoso. La carretera se desarrolla junto al pantano cuya presa es una notable obra hidráulica. Al llegar al cementerio de Dosaiguas, a la izquierda de la carretera, comienza el camino particular que, con un recorrido de 4 kms., faldeando la montaña, conduce al castillo y a la cima de Escornalbou, estribación de la sierra de Llavería. En Soria, Descuernabueyes es un despoblado en el término de Cubo de la Solana, en el pago llamado La Ermita Vieja, trescientos metros al Sur de la actual ermita de la Virgen de la Solana, donde se han hallado restos de tejas y de cimientos. En ambos casos se tratan de parajes abruptos y con desnivel suficiente para que los "bueyes se descornaran" al caer por ellos, algo que debió suceder y dio nombre a ambos parajes. Para finalizar el trabajo diremos que el respetado y querido Eduardo Saavedra (1829-1912) nació en Tarragona. Tiene una calle dedicada en Soria, donde estuvo destinado como jefe de Obras Públicas durante dos años, del 1851 al 1853. En estos años llevó a cabo el proyecto de la carretera Soria-Burgo de Osma y la desecación de la laguna de Añavieja. Fue ingeniero de Caminos, arquitecto, catedrático de Mecánica aplicada, arqueólogo, filólogo y fundador y presidente de la Real Sociedad Geográfica, académico numerario de la Española y de Historia, según Pérez-Rioja. Sobre todo fue eminente arabista. Se interesó por Numancia y en general por todo lo soriano. En 1863 estudió el trazado del ferrocarril Soria-Torralba. En 1906 presidió la comisión para llevar a cabo nuevas excavaciones en Numancia, junto con Mariano Granados, José Ramón Mélida y Manuel Anibal Álvarez, entre otros. Sin duda, lo que Soria debe más a este tarragonés interesado por todo lo soriano es la demostración científica del verdadero lugar geográfico de Numancia, durante muchos años ubicada en Zamora con machacona cabezonería. © Una mirada sobre el Tarragonés |
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