El Tarragonès
Index sección
Josep Guardiola i Grau
Jaume Mercadé
Gaudí-Güell-Jujol
Ramón J. Sender
Pau Casals

mapa de la zona
CLICK!!

colabora

© Isabel y Luisa Goig 2002

IN-MEMORIAM

Jaume Mercadé por Gaya Nuño

 

Texto de Juan Antonio Gaya Nuño

-Colección Panorama de la pintura contemporánea nº 3-

Ibérico Europea de Ediciones. Madrid, 1972

 

El pintor

Jaume Mercadé Queralt nació en Valls (Tarragona), en 1887 según unos biógrafos en 1887 y según otros en 1889. Además de pintor fue orfebre y joyero, artes que aprendería en la Escuela de Arte de Francesc Galí. Como pintor, expuso en las Galerías Laietanes de Barcelona (donde también trabajó Juan Antonio Gaya Nuño) ciudad en la que se estableció definitivamente en el año 1916.

De 1917 a 1918 viaja a París y Alemania, en esta ocasión acompañado del músico Robert Gerhard. A su vuelta fue nombrado profesor de la Escuela de Artes y Oficios de la Mancomunidad de Cataluña, gracias a la intervención de Eugenio d’Ors.

Jaume Mercadé

Considerado un trabajador infatigable, participó en numerosos certámenes, en los que obtuvo varios premios y medallas que le dieron mucha fama. También como joyero recibiría galardones. Su temática principal fue el paisaje tarraconense, y más concretamente el Camp de Tarragona, aunque también pintó retratos, desnudos y bodegones.

Su pintura es muy personal y la técnica utilizada también, sobre todo para conseguir una textura rugosa, para lo que utilizaba arena y polvo de mármol, a fin de conseguir la aspereza de la tierra y la rugosidad de los troncos de los algarrobos, tan abundantes en toda la tierra de Tarragona. Sus obras están expuestas en el Museo de Arte Moderno de Barcelona, Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, Museo de Arte de Vilanova i la Geltrù, Museo de Arte de Tossa, Museo de Arte de Mollet de Vallès, Museo de Arte de Hospitalet de Llobregat y, especialmente, en el museo de su ciudad natal, Valls, donde le ha dedicado una sala.

Mercadé casó, en 1992, con Rosa Farrés Blassi (a quien le hizo dos retratos). De este matrimonio nació el también pintor Jordi Mercadé, en 1923.

El autor del texto

Juan Antonio Gaya Nuño (Tardelcuende-Soria, 1913-Madrid, 1976), perteneció a una saga de ilustres sorianos. Su padre, Juan Antonio Gaya Tovar, fue médico-ginecólogo, progresista, republicano y, por ello, fusilado al comienzo de 1936, cuando la barbarie se instaló en este país y también en la capital y la provincia de Soria. Su hermano mayor, Benito Gaya Nuño, fue catedrático de Griego y humanista. Amparo, la pequeña de los tres hermanos, fue catedrática de Ciencias Naturales y directora del Instituto Antonio Machado, de Soria.

Juan Antonio, doctor en Historia, fue fiel siempre a los ideales inculcados por su intachable padre y, comenzada la guerra, forma, con otros sorianos, el Batallón Numancia, que se integra en el Ejército de la República. El final de la Guerra Civil y la posguerra, en la que tan cruelmente actuaron los ganadores para con los vencidos, le valió pasar en las cárceles franquistas cuatro años (lo que supuso correr mejor suerte que su padre) y el no poder opositar nunca a cátedras de Universidad.

Durante bastantes años (apoyado por los sorianos Blas Taracena y José Tudela, quienes le habían recomendado a J. Gudiol) trabajó en Barcelona, dirigiendo las Galerías Laietanas. Publicó varios libros de arte, formó parte de distintas instituciones (Instituto Diego Velázquez del CSIC entre ellas) y fue conferenciante en distintas universidades extranjeras.

Pese a su internacionalidad, para algunos sorianos, Gaya Nuño significó un referente intelectual ya desde que, como tesis doctoral, estudiara el románico soriano. La publicación de “El Santero de San Saturio” fue duramente criticada por sus detractores, a pesar de ser, según la mayoría de los intelectuales de cualquier signo, el mejor libro que se ha escrito sobre Soria, obra que han tratado de emular en varias ocasiones, sin conseguir ni tan siquiera una burda imitación.

El Santero de San Saturio

El artista (Mercadé), visto por el crítico y gran escritor (Gaya)

“Con el poderoso don de la personalidad”, contaba Mercadé, según Gaya, quien dice que nace en “la ciudad de Valls, muy linda, con una iglesia de estilo gótico tardío, al norte de la de Tarragona, distando tan sólo veinte kilómetros escasos. Los suficientes para sentirse en plena campiña de aire mediterráneo y hasta romano, densa en viñedos, en olivares, en algarrobos, en vegetación útil y laboriosa, amiga de la humanidad. Tierra fecunda, tierra para buen trabajo, y trabajo de toda laya, porque mucha de esta naturaleza será visible en la pintura de Jaime Mercadé”.

“... era Jaime Mercadé uno de los creadores que creen en lo que están haciendo, sí, pero no menos, en lo que están haciendo los demás. Y recuerdo la energía con que ayudaba al arte joven, y el criterio porfiadamente beligerante que ponía al ayudar a las numerosas, hirvientes, encendidas rebeldías plásticas de que estaba llena, mediante la acción de los jóvenes, aquella Barcelona de poco antes y poco después de 1950”.

“... Mercadé –al igual que todos sus colegas concordantes en esta tendencia- no pretendió militar en ninguna escuela determinada y apellidada de un modo u otro, sino que tan sólo quería practicar su pintura”.

“Sin duda, la rica vegetación útil de la campiña tarraconense es, en razón de esa riqueza, barroquizante, con profusión de curvaturas, de redondeadas opulencias, de hojas, de cogollos, de ondulaciones del terreno, de compartimentos alzados por el mismo hombre que suda y cuida y trabaja esta naturaleza. Mercadé la comprendía perfectamente, la amaba con la triple ternura de hijo, de hombre sensible y de artista”.

“Sencillez inicial, el sentido de lo barroco, la violencia del color. Ciertamente, habría que añadir otros ingredientes explicativos de esta obra hermosa, como el de la luz, el de la luminosidad inherente a toda pintura que es mediterránea más por ley natural y biológica irremediable que por propósito confesado”.

Las pinturas que se ofrecen en este volumen 3, de la colección “Panorama de la pintura contemporánea”, son

 

Era trilladora, 1958 (en la portada)

Autorretrato, 1937

Bañistas, 1936

Calle de Torres (Viladrau), 1939

Rincón de San Gervasio (Barcelona), 1937

Retrato de Ana María, 1938

La esposa del pintor, 1948

Desnudo, 1928

¡CLICK!
Monasterio de Poblet (Tarragona), 1935

Mediterráneo, 1936

Retrato con ventana, 1938

Desnudo, 1937

Retrato de la esposa del pintor, 1938

Feria en Gracia (Barcelona), 1937

Leo (de la colección signos del Zodíaco), 1945

Danae (la lluvia de oro) (s/f.)

Retrato de la Srta. Carmen García, 1938

El Zeppelin (Premio Diputación de Barcelona), 1928

La cocina, 1953

 Casa de labranza (s/f.)

Retrato de la Sra. Juana Bofill de Lloret, 1938

Suburbio vallense (s/f.)

Escorpión (de la colección “signos del Zodíaco”), 1947

La florista de la Rambla (s/f.)

Descanso de la modelo, 1944

Rincón de mi jardín del “Bosch”, 1948

Árboles (s/f.)

Calle de Viladrau (s/f)

Colinas del bosque de Valls, 1942

¡CLICK!
Cantera romana “La dama” (Tarragona), 1951

El escritor Sebastián Gasch, 1953

Masías (s/f)

Casitas y árboles, 1951

¡CLICK!
Torre de los Escipiones (Tarragona), 1951

Tierras de cultivo y casita de los aperos, 1953

Colinas del bosque de Valls (s/f)

Árbol sarmentoso. Bosque de Valls, 1958

Paisaje. Gran premio “Juan Grís” de Barcelona, 1957

¡CLICK!
Paisaje marino, Tarragona (s/f)

Bodegón de ajos y pimentones (s/f)

Pequeñas colinas con cultivo (s/f)

Paisaje (s/f)

Pinar y camino. Coll de Prades (s/f)

Árbol y casas en el bosque de Valls (Tarragona) (s/f)

Paisaje de mar. “Els Munts” (Tarragona), 1965

Paisaje del bosque de Valls (s/f)

Mont-ral. Término de Prades (Tarragona) (s/f)

Tronco y raíces. Bosque de Valls (s/f)

Puerta de establo (s/f)

¡CLICK!
Pozo y tronco de árbol. Bosque de Valls (Tarragona), 1962

© Isabel Goig Soler

El Tarragonès Index sección Josep Guardiola i Grau Jaume Mercadé Gaudí-Güell-Jujol Ramón J. Sender Pau Casals

©Isabel y Luisa Goig


Recordad que los trabajos tienen autoría. Sabemos, asumimos y compartimos la libertad de la red.
La información nos pertenece. Pero ello no excluye reconocer y respetar el trabajo de los demás.
Como decía Tagore «si bebes agua recuerda la fuente».